Terminan las fiestas decembrinas y
sentimos que seguimos aún con el disfraz de Santa, ¡Incluyendo su gran barriga!
A pesar de habernos “portado bien”
durante todo el año, en esta época siempre “pecamos” olvidándonos de los buenos
hábitos que tanto trabajo nos ha costado mantener durante los meses pasados,
dejamos por completo de tomar agua natural pues ¿A quién se le antoja tomar
agua con el frío? Y la cambiamos por algún capuccino, café o chocolate
caliente, sustituimos la fruta de medía mañana por una dona o algún pan, todo
eso sin contar que son más las veces que se consumen bebidas alcohólicas en las
posadas y comemos alimentos que normalmente no forman parte de nuestra rutina:
tamales, buñuelos, atoles, pozole, churros, etc. por lo que es muy común que se
aumente de peso entre 2 y 3 kg y es cuando llega la incógnita, ¿Cómo nos
deshacemos de todo eso?
Para comenzar debemos de
mentalizarnos que no es un cambio de un día a otro, pero con esfuerzo todo es
efectivo, así que regresa a los hábitos que tenias antes de romperlos, procura
consumir más verduras en forma de ensaladas, sopas, al vapor o guisadas,
agrégalas a todas tus preparaciones o mejor aún conviértelas en el platillo
fuerte.
Durante una semana comienza con un desayuno ligero que te mantenga despierto todo el día, a la hora de la comida mide las cantidades de arroz, pan, tortilla y por la noche haz una cena light.
¿Un ejemplo?
Desayuno: Fruta de temporada con
yogurt light y granola
Comida: Ensalada con pechuga de pollo
a la plancha, agua fresca
Cena: Gelatina de agua con fruta picada
Cena: Gelatina de agua con fruta picada
Intenta platillos parecidos durante
una semana y siéntete rápidamente más ligero.



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