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Cuaresma
L.N.
Bárbara Juárez Torres
Durante
este periodo, bien conocido por la abstinencia de alimentos de origen animal, principalmente
las carnes rojas, las comidas usuales de
los viernes son modificadas por menús con carnes blancas; como pescado,
mariscos, pollo y conejo. La cuaresma entiende un periodo de 40 días, comenzado
el miércoles de ceniza hasta llegar a semana santa.
Desde
el punto de vista gastronómico, la tradición de cuaresma ha influido en el
recetario de la mayoría de la población mexicana, vemos en esta temporada,
variaciones en los menús en restaurantes, puestos ambulantes de comida, e
incluso en las casas de amigos y familiares.
En
México, contamos con muchas alternativas y gran variedad de productos que
aunados al ingenio despliegan una gama casi ilimitada de platillos elaborados
con carnes blancas.
Estos
cambios en los hábitos alimenticios, tienen beneficios, ya que se comen en
mayoría aquellos alimentos con bajos contenidos en grasa. A continuación se
describen algunos alimentos que aportarán nutrientes y un toque de sabor a tus
platillos.
SALMÓN
Pertenece al
grupo del pescado azul, uno de sus beneficios es el fortalecimiento de los
músculos, ayuda al corazón a reducir probabilidades de desarrollar algunas
enfermedades cardiovasculares, ya que reducen niveles de colesterol gracias a
sus ácidos grasos Omega-3. En el salmón también encontramos vitaminas A, B y D,
y minerales como el calcio, el hierro, el fósforo y el selenio.
CAMARONES
A diferencia de las carnes rojas, el
camarón es una magnífica fuente de proteína completa con casi nada de grasa.
Esto se traduce en bajo contenido calórico y un elevado poder nutricional. Son
una buena fuente de vitamina B3 y una docena de ella satisface la necesidad de
vitamina B12. Ofrecen buena calidad de calcio, potasio, fósforo y cobre, pero
destacan más en selenio y yodo.
Contiene un porcentaje de
colesterol, aunque no es tan elevado
como se piensa, sí es un poco más alto que el de las carnes de res y puerco. Si
come habitualmente esta carne, no hará ningún daño, ya que para que el colesterol malo aumente, se
requiere de grasa saturada, y los camarones son increíblemente bajos en grasa
(menos de dos gramos por docena).
Más alto es su porcentaje en sodio cuando se comen empanizados o
capeados, ya que elevan una docena de éstos a 450 miligramos contra los 159 de
los que están simplemente cocidos. Esto deben tenerlo en cuenta quienes
retienen líquidos o padecen hipertensión.
ATÚN
El
atún es uno de los pescados azules más consumidos en nuestro país. Su carne
posee un 12% de grasa, lo que lo convierte en un pescado graso, pero se trata
de una grasa rica en ácidos grasos omega-3, que ayuda a disminuir los niveles
de colesterol y de triglicéridos en sangre y a hacer la sangre más fluida, lo
que disminuye el riesgo de aterosclerosis y trombosis. Por este motivo, es
recomendable el consumo de atún y otros pescados azules en caso de enfermedades
cardiovasculares. El atún es el pescado habitual en la dieta que posee más
contenido en proteínas de alto valor biológico (23 gramos por 100 gramos),
superior incluso a las carnes.
Recuerda que cuentas con Asesoría Nutricional llamando al 01 800 111 8111
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